¿Por qué
estás aquí?
por Scott Cohen
Si estás leyendo esto, puedo dar casi por hecho ciertas
cosas sobre tí. Puedo decir que trabajas en la Red o que,
por lo menos, tienes un cierto interés en ella. Puedo decir
que parte de tu forma de vivir y entreternerte viene de la Red y
que el interés en ella no es meramente comercial, sino el
reflejo de algo más profundo.
¿Por qué estás aquí?, ¿por qué
navegas, creas, discutes, amas, odias, defiendes este medio llamado
World Wide Web. Este torpe revoltijo de mal implementados casi-lenguajes.
Este oceano convulso sin fin y sin forma, cubierto de inútiles
restos de naufragios, así como de algunas pocas islas paradisiacas.
Este derroche de energía, tiempo, sudor. Esta Casa de los
Espejos que refleja lo que es el mundo a la vez que los distorsiona?
¿por qué lo haces?
Empezaste en alguna parte. No despertaste una mañana
convertido en un diseñador o un programador. No, alguien
te enseñó esto; este lugar donde la gente colocaba
toda clase de cosas y tu podías encontrar casi todo lo que
quisieras, desde lo sublime hasta lo ridículo. Y te interesó
más aún cuando te diste cuenta de que todo esto estaba
hecho por personas. Personas normales, como tú.
Así que te pusiste a ello. Aprendiste HTML,
o al menos lo suficiente para ser peligroso. Y pusiste algo allá
fuera. Y te enganchaste. Y, de repente, tenías algo que ver
en lo que pasaba allí fuera.
¿Por qué estás aquí?
Cuando estás conectado, no funcionas según
las normas de la realidad física normal. Estar conectado
exige una tremenda cantidad de disciplina. Debes olvidarte del mundo
exterior y centrarte exclusivamente en la pantalla. Debes estar
sentado durante horas y con tu cuerpo quieto. Estás en un
altar, pero eres a la vez el sacerdote y el que oye la misa.
Cuando está conectado, no haces nada más.
No vas al bar, o a ver una película, o a jugar un partido,
o a hablar con los amigos. Puedes estar chateando con alguien a
través del éter, pero esas extrañas palabras
que aparecen se parecen más a mensajes en el viento que a
una conversación. Puedes ser un observador pasivo, o incluso
dejar tu marca para que otros la vean, pero no vas a la exposición
de un museo, o a estudiar o ller a la biblioteca, o simplemente
a dar un paseo con la gente que quieres.
¿Por qué estas aquí?
Estás aquí porque hay algo en la Red
que no existe en la vida real.
En esta civilización de clase capitalista
media-alta de la era post-industrial en la que la mayoría
de nosotros vivimos, la situación es a la vez maravillosa
y desesperante. En lo material, nunca habíamos estado mejor.
Las necesidades básica están cubiertas, con cantidad
de recursos para que disfrutemos. No tenemos que preocuparnos de
los depredadores, de la falta de alimentos o de conseguir un refugio,
y nuestra sociedad está lo bastante avanzada como para poder
ofrecer ayuda básica a los que carecen de hogar o comida.
Tenemos dinero en el bolsillo esperando a ser gastado, y tenemos
cientos o miles de empresas deseando ayudarnos a gastarlo. Se nos
ofrece desde tecnología hasta entretenimiento, transporte
o lujo.
Y, aún así, los mensajes, los juguetes,
todo lo que acumulamos se queda en la superficie. Este mundo está
construido sobre el cadaver de Dios, Asesinado hace un siglo por
Nietsche y el Mito del Progreso. La espiritualidad se ha trivializado,
se ha reblandecido y triturado y se ha revendido como New Age, autoayuda
y estrategias de mercado. Nuestras vidas emocionales se han enterrado
debajo de una montaña de caras sonrientes políticamente
correctas y de disculpas por parte de los eruditos del comportamiento
social. El templo se ha vaciado y ya no lo visita nadie. El arte
fue asesinado en 1910 por el movimiento Dada. La música se
ha convertido en el mismo chillido repetido una y otra vez. El drama
ha degenerado en "Misión Imposible 2". Las emociones
reales son rechazadas y ridiculizadas, y el sexo, antes sagrado
o al menos erótico, está por todas partes.
(Comentario de Tecnorama: En este momento del artículo puede
parecer que el autor es un evangelista que pretende convertir al
autor, pero luego veremos que no es su intención.)
Necesitamos más, necesitamos más de
lo que se nos ofrece, necesitamos cosas mejores que el último
éxito de taquilla de Hollywood o la última consola
de videojuegos o el último restaurante de moda.
Eso es por lo que estás aquí.
Durante mi estancia en una importante compañía
de diseño. Me encontré con el concepto de "experiencia
del usuario". La idea escondida detrás de este término
era que la gente no era un receptor pasivo de información,
sino un participante activo durante sus viajes por la Red. Por ello,
los diseñadores tenían que construir sitios web que
constituyeran una experiencia para el usuario. Simple, ¿no?
Pero extrapolemos el término "experiencia"
del archivo de palabras de las estrategias de mercado y apliquémolos
a lo que hacemos cada vez que encendemos nuestro ordenador: es una
experiencia. Cada vez que nos aventuramos por la Red estamos buscando
algo. Puede que nos detengamos en los lugares típicos por
el camino, pero queremos algo nuevo. Los Weblogs son populares porque
existe la posibilidad de que nos muestren un enlace que nos lleve
a terrenos no explorados.
Somos peregrinos, escapando de la tiranía
y vagando a través del desierto, en busca de la Tierra Prometida.
La diferencia es que somos a la vez Dios y el vagabundo. Buscamos
algo, pero también podemos crearlo.
Reconozco que Religión y espiritualidad no
son tópicos a discutir en foros de este tipo. Cuando menos,
los ideales de los apasionados por la informática, que se
mantienen extendidos por Internet a pesar del intrusismo de las
empresas. tiende a mostrarse ser hostil hacia ideas como Dios y
Religión. Permitidme asegurar que no soy predicador de ninguna
Fe, ni que estoy intentando convertir la Red en la Iglesia del Ciberespacio.
Es simplemente una metáfora.
Pero la metáfora es real. El solitario escritor
de código, volcado sobre su teclado a las 3 de la madrugada,
recuerda a los monjes de la Edad Media que con gran esfuerzo traducían
y copiaban la Biblia a mano. El entusiasmo de los primeros pioneros
de la Red recuerda a los discípulos transmitiendo la Palabra.
Y los chacales de la empresas son los fariseos y los falsos profetas,
que se inmiscuyen y proclaman que la Red es de ellos, echando a
patadas a cualquiera que se atreva a oponerse a su "autoridad".
La misma autoridad de la que intentábamos escapar.
Sin duda, no podemos soportarlos.
Ahora, sin embargo, no hay fanáticos de esto
ni "veteranos" que prediquen la Palabra. Gente de todo
el mundo que no tiene ningún interés en SQL o estándares
de la Red revolotea por aquí Buscando algo que no encuentra
en la realidad física. Echad un vistazo a Diaryland,
por ejemplo. Sí,si, mucho de lo escrito en Diaryland es basura,
pero el 99% de todo es basura. Y, aunque los autores de Diaryland
no están escribiendo la Ilíada, al menos están
escribiendo. Están ahí fuera. Se les ha dado la oportunidad
de ser oídos. Han descorrido el velo y han visto que hay
una posibilidad aquí en el mundo de la Red. que hay algo
que podría responder a las preguntas que todos nos hacemos.
La gente no quiere "El próximo gran bombazo",
quiere un espacio donde poder escapar de la vida moderna. En vez
de arrodillarse y preguntar a alguien por las respuestas, intentan
encontrarlas por ellos mismos. Quieren una cueva, un espacio, un
muro en el que poder escribir y que los demás los puedan
ver y compartir.
Una de las cosas más carentes de sentido empezaba
simplemente: "tengo miedo a las tormentas". No se trataba
de la última novedad tecnológica, ni estúpideces
por mirarse al ombligo ("somos lo último, los mejores!"),
ni tonterías sobre entretenimiento. No, era un grito primitivo
sobre los misterios del cielo. Todavía somos criaturas mágicas,
a pesar de nuestros juguetes, y queremos algo más que una
existencia tutelada.
¿Por qué estás aquí?
Sois de los pocos que entiendes lo compleja que es
la Red, lo frágil y hermosa que puede ser. Sois los creadores
de los destinos. Vuestros sitios web, tanto si son comerciales o
personales, son oasis para el mundo. Para bien o para mal, sois
los que borráis las fronteras y creáis los sitios
de alto nivel a los que esperamos que la gente vaya.
Sois de los pocos que entiendes lo compleja que es
la Red, lo frágil y hermosa que puede ser. Sois los creadores
de los destinos. Vuestros sitios web, tanto si son comerciales o
personales, son oasis para el mundo. Para bien o para mal, sois
los que borráis las fronteras y creáis los sitios
de alto nivel a los que esperamos que la gente vaya.
Sois de los pocos que entiendes lo compleja que es
la Red, lo frágil y hermosa que puede ser. Sois los creadores
de los destinos. Vuestros sitios web, tanto si son comerciales o
personales, son oasis para el mundo. Para bien o para mal, sois
los que borráis las fronteras y creáis los sitios
de alto nivel a los que esperamos que la gente vaya.
¿Es una gran Red?. ¿Cómo encontrará
la gente su camino entre esos sitios empresariales, que podrían
ser la única Red que conocieran? Las páginas personales
no tiene millones de dólares de presupuesto para marketing.
Cómo evitar entonces los cebos de comida rápida para
llegar a los banquetes que necesitan?
¿Y vale incluso la pena visitar los sitios
que estamos creando? ¿Nuestras películas en Flash
y nuestras parodias de Gran Hermano y nuestros continuos enlaces
a la direcciones más conocidas? ¿Es esto lo que han
estado buscando todo el tiempo? ¿O es algo que te llevó
tiempo y esfuerzo crear, donde pusiste lo mejor de tí mismo
para crear un trabajo que iluminara las fronteras del alma humana?
¿por qué estás aquí?
No somos simples técnicos. No ponemos palabras
ordenadas para nuestro bien. No estamos aquí para hacer dinero,
porque seguro que hay formas más faciles de ganarlo.
Hemos venido buscando algo.
¿Lo encontrarás?
¿O lo crearás?
- SCOTT COHEN
Scott Cohen es fundador de Spoonfed.
Copyright 2000 Scott Cohen y A
List Apart
Localización permanente del archivo original: http://www.alistapart.com/stories/why/
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